dimarts, 30 d’octubre del 2012

INTERSECCIONS, Els reptes de la inclusió en societats multiculturals, Sant Boi

Els reptes de la inclusió en societats multiculturals

Edició 2012

Programa

9 h
Benvinguda, inauguració de la Jornada

9.30 h
Conferència inaugural: Psiquiatria transcultural en Espanya: estat de la qüestió, a càrrec de Josep Maria Comelles, doctor en Antropologia de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona

10.15 h
Taula rodona: Identitat i pertinences. Pràctiques culturals inclusives amb persones d'altres cultures amb problemes de salut mental
  • L'acció comunitària en salut al barri del Raval: la salut mental, una prioritat consensuada, a càrrec de la  Carmen Fuertes i Belén Ugarte
  • El jardí de les cultures, a càrrec de Salvador Simó, terapeuta ocupacional i  doctor en Educació Inclusiva
  • Adolescència i migracions, a càrrec de Saïd El Kadaoui Moussaoui, psicòleg de l'Hospital de Dia d'Adolescents de Gavà (Fundació Orienta) i escriptor

11.15 h - Coffee Break

12 h
Taula rodona: Pràctiques assistencials en el territori
  • Serveis de consulta cultural: la tercera via, a càrrec de Francisco Collazos, coordinador del Programa de Psiquiatria Transcultural de l’Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona
  • Immigració: perdre per guanyar, a càrrec de Marcel Ventura, psiquiatra, psicoanalista i psicòleg
  • Bones pràctiques inclusives en l’àmbit local, a càrrec de Yolanda Osorio, coordinadora del Programa d’Atenció en Salut Mental per Població Immigrada (SATMI) del Parc Sanitari Sant Joan de Déu per al Baix Llobregat

13.15 h - Dinar

15 h
Sant Boi: bones pràctiques en cultura, salut mental i inclusió: el programa Torrents d’Art

16 h
Conferència de cloenda: L’economia acadèmica com a font d’empobriment intel·lectual i psíquic, a càrrec de  Federico Aguilera Klink, catedràtic d’Economia Aplicada de la Universitat de La Laguna

17 h
Cloenda de la Jornada

17.30 h
Projecció de la pel·lícula Poniente (2002), de Chus Gutiérrez, i cinefòrum posterior a càrrec de l’entitat Equilibri
 

Inscripcions


Les inscripcions es poden fer des del dia 5 d’octubre fins al dia 26 d’octubre a la plana web de l’Ajuntament de Sant Boi. www.santboi.cat , on trobareu, també, més informació sobre els i les ponents i les taules rodones

Per qualsevol dubte o aclariment podeu adreçar-vos al correu electrònic interseccions@santboi.cat

Més informació al web municipal

Informació


La jornada tindrà lloc a l’Auditori del Parc Sanitari de Sant Joan de Déu. C/ Doctor Antoni Pujadas, 42
08830 Sant Boi de Llobregat

Els assistents inscrits a la Jornada podran dinar a preu reduït en la cafeteria del Parc Sanitari.

L’acte comptarà amb Intèrpret de
llenguatge de signes
. Si teniu alguna altra
necessitat d’accessibilitat, poseu-vos en
contacte amb l’Oficina d’Inclusió Social
Tel: 93 635 12 00 ext. 424
Fax: 93 654 37 52
programadiscapacitats@santboi.c


nterseccions, any II


Interseccions va néixer el 2011 com a jornada dedicada a explorar la pràctica cultural entesa com a eina al servei de les dinàmiques assistencials en l’àmbit de la salut mental i, en general, de les polítiques d’inclusió social

L’edició 2012 de la Jornada abordarà des de diferents perspectives (antropològica, cultural, clínica i terapèutica) la pràctica assistencial amb persones d’altres cultures amb problemes de salut mental. En les nostres societats multiculturals, l’exclusió social i, en molts casos, la malaltia mental de les persones nouvingudes són problemàtiques cada vegada més esteses, agreujades avui dia per la crisi econòmica.

La Jornada s’adreça a professionals dels àmbits de la cultura i la salut mental i també a aquells/es altres que desenvolupen la seva activitat dins de les àrees de serveis socials de les diferents administracions públiques o institucions privades, així com al públic universitari relacionat amb les temàtiques abordades.


Comitè científic

Montserrat Toribio
Terapeuta Ocupacional de la Unitat de Subaguts
Parc Sanitari Sant Joan de Déu

José María Otín
Coordinador Unitat Subaguts i SERPI
Parc Sanitari Sant Joan de Déu

Àrea de Benestar i Ciutadania
Ajuntament de Sant Boi



Comitè organitzador

Àrea de Benestar i Ciutadania de l'Ajuntament de Sant Boi

Sr. Francesc Vilurbina, Director Mèdic del Parc Sanitari Sant Joan de Déu

Sr. Josep Treserra, Director Mèdic de l'Hospital Benito Menni de Sant Boi
Anar al web d eles jornades

dilluns, 29 d’octubre del 2012

RECOMIENDO EL ARTÍCULO "MAALOUF Y LA NOSTALGIA DEL PORVENIR"

Javier Valenzuela, El País, 23 de octubre de 2012
Amin Maalouf, que está en Madrid presentando Los desorientados (Editorial Alianza), su última novela, sigue con preocupación las noticias de Líbano, su país natal. “¿Qué es lo último?”, pregunta nada más estrecharnos la mano en un despacho de la Casa Árabe. “Parece que se multiplican los llamamientos a la calma, que ninguna de las partes quiere lanzarse a un conflicto incontrolable”, le respondo. Y añado: “Por el momento”. Maalouf carraspea —anda acatarrado— y dice: “Sí, cada vez va a resultar más difícil aislar a Líbano del conflicto sirio, los riesgos de extensión son enormes y crecientes”.
El escritor está manifiestamente entristecido. Por lo que ahora ocurre en Líbano y por lo que ocurre en los últimos años en Europa y en todo el mundo. Y eso también se nota en Los desorientados. Maalouf cuenta en esa novela una historia que podría ser la suya: la del regreso a su país natal de Adam, alguien que lleva cinco lustros fuera, la del reencuentro de Adam con sus amigos de juventud y la evocación común de todas las cosas que se han perdido y todas las traiciones que se han cometido, la de la constatación de que todas las existencias solo son un exilio.
Al final de la novela se dice que la vida de Adam está “en suspensión, como su país, como este planeta, como todos nosotros”. Sí, el mundo está en suspensión y se extiende el sentimiento de que va a terminar cayendo del lado malo. Por primera vez en su existencia, la generación de Maalouf, la que nació en mitad del siglo XX, tiene la impresión de que podría vivir los horrores que padecieron sus padres.
“Me acuerdo con frecuencia de Stefan Zweig, que, dada la evolución de la Europa de su tiempo, llegó a la conclusión de que aquel mundo ya no era el suyo”, dice Maalouf. “Sentía que ya no había ninguna escapatoria, así que terminó suicidándose tras un acontecimiento que hoy nos parece muy secundario: la caída de Singapur, en 1942. Ahora muchos compartimos el sentimiento de que no hay luz al final del túnel, pero la hay, aunque no la veamos. Ahora bien, ¿es posible que tengamos que vivir años de locura y de violencia antes de llegar a la sabiduría? Es posible. Hizo falta el horror de los años treinta y la II Guerra Mundial para que Europa dijera ‘basta’. Puede que el destino de la humanidad sea tener que estrellarse contra el muro para sentir así su dureza y buscar otra salida”.
 Estoy en contra del multiculturalismo en el que cada cual vive en su gueto

En 2010 Amin Maalouf firmó una petición para que el Príncipe de Asturias de la Concordia les fuera concedido a los moriscos expulsados de su tierra en los siglos XVI y XVII. No lo consiguió, pero él recibió ese año el Príncipe de Asturias de las Letras. Nacido en Beirut en 1949, instalado en Francia para escapar de las guerras que desangraron Líbano en los años setenta y ochenta, escritor en la lengua de Molière, ganador del Goncourt en 1993 y miembro de la Academia Francesa desde el pasado verano, sus ensayos y novelas siempre han sido coherentes en la defensa del mestizaje en democracia, de la asunción de las muchas identidades con las que cargamos la mayoría.
Su primer gran éxito, la novela León el Africano, versa sobre un granadino, Hasan ben Muhamad al Wazzan, que tuvo que abandonar su ciudad porque allí se imponía a sangre y fuego la voluntad uniformadora de los Reyes Católicos y su Inquisición. Cinco siglos después, las cosas no son tan diferentes. Resurgen aquí y allá los fundamentalismos religiosos y nacionales, y se desvanecen las esperanzas en que el mundo acepte a individuos como Maalouf, a la vez libanés y francófono, de origen grecocatólico y defensor de los valores laicos y democráticos, árabe y europeísta, mediterráneo y ciudadano del mundo.
“Vivir juntos es cada vez más difícil”, suspira. “En el mundo árabe, la situación de las minorías es cada vez más precaria y hay una polarización comunitaria, como la que opone a chiíes y suníes, que no se conocía desde hace siglos. Y en Europa aumenta la impaciencia respecto a los musulmanes. Lo vemos incluso en sociedades con una gran tradición de apertura como Dinamarca y Holanda, que se están convirtiendo en tensas y desconfiadas. Esos dos movimientos se alimentan mutuamente, y la gente como yo se siente cada vez más inquieta, por no decir desesperada”.

Respira hondo y prosigue: “Pero no me rindo. Vivir juntos es algo muy complicado, que necesita ser gestionado con sutileza, lucidez y perseverancia. No es algo que se produzca espontáneamente, ni algo que quede solucionado de una vez por todas. Pero es indispensable para evitar esa pesadilla hacia la que nos dirigimos”.
—Quizá ya estemos ahí, en esa pesadilla —le digo—. Además del ascenso del espíritu de tribu, sufrimos la ley de la jungla en las relaciones económicas y sociales.
—Sí, las sociedades europeas viven una profunda crisis ligada al retroceso de los valores de solidaridad y bien común. Gestionar la coexistencia de gente que viene de culturas diferentes, es explosivo. Pero debemos hacerlo.
—¿Cómo?
—Lo primero es saber en qué condiciones vivimos juntos, qué es lo permisible y qué no lo es. El hecho de aceptar los otros no quiere decir aceptar cualquier cosa. Yo no estoy a favor del multiculturalismo entendido como que cada cual viva en su gueto y a su manera, estoy a favor de la integración. A favor del respeto de la dignidad del ser humano y del progreso social, no del respeto de las tradiciones. Europa debe dirigirse a los ciudadanos, no organizar las relaciones entre las tribus.
En Los desorientados, hay un momento en el que alguien dice: “El país del que tengo nostalgia no es el pasado, es el porvenir”. Maalouf cree que su generación tiene razones para la nostalgia. “Se es nostálgico de todos los sueños que se han tenido y no se han realizado”, dice. “Y hay ideales indispensables que nosotros hemos tenido y ahora son rechazados: los de solidaridad y de igualdad. Estamos en un mundo donde la desigualdad es promocionada como una forma de modernidad. Aún estamos en la resaca de la debacle del comunismo: se continúa considerando que todos los valores que fueron predicados, y luego travestidos, por la experiencia comunista deben ser invertidos. Esa es una receta para la destrucción del tejido social. Haría falta que el péndulo volviera al centro: ha ido de un extremo a otro y debería volver al centro”.

Leer en El País, pincha aquí.

OBRAS DE MAALOUF:

 Las cruzadas vistas por los árabes (1983). Ensayo sobre las guerras de religión, dio a conocer a Maalouf.
 León el Africano (1986). Novela la vida de Hassan, “un hijo del camino” entre el islam y el cristianismo.
 
La roca de Tanios (1993). Novela premiada con el Goncourt sobre la reconciliación religiosa.
Identidades asesinas (1998). Un ensayo contra la tentación fanática del nacionalismo y la religión.

dimecres, 17 d’octubre del 2012

RECOMIENDO "EL ANIMAL MORIBUNDO" DE PHILIP ROTH

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Cita: "No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo. Es un juego muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de los problemas que tiene si no corriera el albur de la jodienda. El sexo es lo que desordena nuestras vidas normalmente ordenadas”.

 Un interesante artículo, híbrido de crítica literaria y análisis político:

El animal moribundo

Somos un país sin autoestima que se debate entre el temor y la indignación

Fernando Vallespín, El Páis, 7 de junio de 2012

Leer en El País

Cualquiera que haya leído a Philip Roth, el flamante nuevo premio Príncipe de Asturias de las Letras, sabrá que el título de esta columna se corresponde con una de sus mejores novelas. Otros, menos familiarizados con la obra de este escritor, pensarán que su contenido se refiere al país en que vivimos. Esta es la idea, tratar de homenajear a uno de los mejores escritores contemporáneos acercándolo a la situación colectiva de quienes le hemos otorgado el premio; explicarle quiénes somos recurriendo a su misma obra.
Empeño difícil donde los haya, porque si hay algo que caracteriza a este autor es, precisamente, el desarraigo de sus personajes, su irreprimible subjetividad y la imposibilidad de que cualquier vínculo social pueda aliviar mínimamente la soledad de la existencia. Ni siquiera mediante su instrumento preferido, la sexualidad. Ya sea como huida o como el único medio a través del cual pueden dar cuenta de sí mismos.
Lo excepcional del libro que lleva este título es que su personaje principal, David Kempesh, un sesentón conquistador y promiscuo, se obsesiona con su última amante, una joven de 24 años. Se atormenta con los celos y se ve obligado a pasar revista a su vida; una vida marcada por la autogratificación sexual como único objetivo, pero carente de implicación con su parte emocional. El cáncer de pecho que se le descubre a ella lo ubica en una situación de perplejidad que le lleva a replantearse todo lo que hasta ese momento había dotado de sentido a su existencia y lo arroja a la fría realidad de su propia decadencia. Todo ello desde el anhelo de la juventud perdida y la irreversibilidad de sus opciones vitales.
En un ejercicio de imaginación, casi dando un salto en el vacío, podríamos trasladar las desventuras de Kempesh a un gran sujeto colectivo, España después de la crisis. Pasar, por tanto, de la narrativa de una desestabilización psíquica personal al relato de una desestabilización social. Porque si hay algo que se detecta en el ambiente, es un impulso casi mórbido por dar cuenta de nuestras patologías. Nuestra vida pública se ha convertido en un monólogo de muchas voces en el que, entre perplejos e incrédulos, no dejamos de buscarle el sentido a nuestra historia reciente; a cómo una joven democracia llena de vida y optimismo pudo devenir en un país inseguro de sí mismo que en algún momento erró en su camino. Un país sin autoestima que se debate entre el temor y la indignación, que no deja de ver fantasmas —quizá los “hombres de negro” de Montoro— y, paralizado por su desorientación, es incapaz de afrontar la solución de sus problemas. En poco tiempo nos hemos echado cuarenta años encima.
 Y, sin embargo, sabemos bien cómo hemos llegado hasta aquí. Lo que en el libro de Roth constituye el trasfondo social de la trama, la revolución sexual de los sesenta, equivale en nuestro país a la revolución neoliberal. Si para Kempesh no había más verdad que el orgasmo, sin otros añadidos, para nosotros ese lugar lo ocupó el dinero fácil, el hiperconsumo desbocado y un privatismo insolidario alejado de cualquier vínculo cívico. Por decirlo con M. Sandel, de una economía de mercado pasamos a una sociedad de mercado, sin más nada. A la vista de la cantidad de escándalos que salpican cada día nuestra vida política, ahora sabemos que lo que subyacía a todo era una crisis moral. En lo personal, que cada cual se las arregle con la moralidad que le venga en gana, pero en la vida social la ausencia de una ética pública es la mejor garantía de la quiebra de la cohesión y la confianza sociales. Esto lo sabemos ya desde Aristóteles.
Pero ha llegado el momento de abandonar los lamentos y de tanto psicoanálisis colectivo. El diagnóstico ya lo tenemos. Ahora solo falta que todos empujemos en la misma dirección. No somos un animal moribundo, pero sí hemos perdido pulsión erótica de tanto mirarle la cara a Thanatos y de lamernos nuestras propias heridas. No existe un equivalente social funcional al sexo con amor, pero sí hemos aprendido lo suficiente como para saber que no hay una solución individual a los problemas colectivos y que las múltiples crisis que nos afectan —moral, institucional, económica— solo encuentran una salida con el compromiso de todos y dotando de nuevo contenido a las virtudes públicas tradicionales. Por ahí es por donde hay que empezar. No es nada rothiano esto de acabar moralizando, pero, después de todo, su relato no es el nuestro. Nosotros sí tenemos futuro, y lo vamos a ganar.

Otros libros recomendados:

Xenofòbia a Catalunya, de Xavier Rius 
Vetlla, de Jordi Llavinia
Hacia una democracia laic
LA CIVILIZACIÓN DEL ESPECTÁCULO, DE VARGAS LLOSA
"X" DE PERCIVAL EVERETT
EL MAL ÁRABE, DE MONCEF MARZOUKI  
 HANIK KUREISI, EL BUDA DE LOS SUBURBIOS
La escritura o la vida, de Jorge Semprún
Hopper de Mark Strand 

 

dimecres, 3 d’octubre del 2012

RECOMANO "XENOFÒBIA A CATALUNYA", DE XAVIER RIUS

Recomano aquest llibre, "Xenofòbia a Catalunya" (clica)", de Xavier Rius Sant   publicat aviat farà un any per Edicions de 1984. El llibre fa un seguiment de la gestió de la immigració, del creixment de discurs i dels partits xenòfobs i dels conflictes i polèmiques al voltant de la immigració a municipis com Vic, Badalona o Salt. Fa un extens anàlisis dels orígens i expansió de Plataforma X Catalunya i dels seu discurs xenòfob. Un discurs que ha entrat als parlament d ela majoria d'estats de la Unió Europea.
Des del passat juliol Josep Anglada ha iniciat una serie d'accions de pressió, fins i tot una sèrie de denúncies i querelles criminals, contra l'autor del llibre (llegir aquí)  
Aprofito també per recomenar el seu blog on trobareu informació sobre les novetats de la gestió d ela immigració, els partits xenofòfobs, els moviments antiracistes, i també articles sobre les revoltes àrabs i conflictes internacionals: xavier-rius.blogspot.com (clica)  



Frase recomenada: 
"Tant perillosos com els xenòfobs veritables són aquells que sacsegen la xenofòbia, la utilitzen o faciliten que s'escampi per interessos personals i polítics. Més deshonestos dels xenòfobs són aquells que culpen als immigrants de tots els mals per obtenir reconeixement i poder"
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Assaig
Xavier Serrahima
Posem el cascavell al gat 
Anàlisi de la xenofòbia
Aquest títol és un crit d'alerta
que faríem bé de no desoir
Rius té cura de recórrer
a la subjectivitat de les xifres explícites
L'estudi palesa per què el conflicte ha esdevingut un polvorí
Xavier Rius i Sant publica a Edicions de 1984 l'assaig ‘Xenofòbia a Catalunya', en què analitza la situació actual dels immigrants
Tal com explicitava una faula d'Isop, quan existeix una situació social conflictiva o potencialment conflictiva el problema fonamental no rau tant a saber veure-la i diagnosticar-la, sinó, sobretot, acarar-la amb coratge i decisió, tenint ben clar qui posarà el cascavell al gat. Més que no pas paraules, són necessaris els fets. Però, és clar, sempre acostuma a ser més simple –i menys arriscat– fer l'orni, tot mirant cap a una altra banda. I més encara, no cal dir-ho, quan hi intervenen interessos polítics o electorals.
En la qüestió de la immigració, per desgràcia, a Catalunya durant molts anys –més que no hauria estat lògic i convenient– s'ha optat per la tan eficaç tàctica de l'estruç, amagant el cap sota terra cada vegada que han aparegut brots incipients de rebuig i d'intransigència que posaven en evidència que l'espasa de Dàmocles del racisme es mantenia suspesa en un fràgil equilibri damunt de les nostres testes. Brots preocupants i premonitoris que eren observats, en general, amb una mescla explosiva de displicència i magnanimitat que ha permès que els petits focs amenacessin de transformar-se en un incendi tan paorós com indeturable.
I ara, no cal dir-ho, quan ha esclatat el que tant temíem, quan un foc sense control amenaça amb anorrear la convivència i fer-ne cendres, mentre els uns es posen les mans al cap, fent cara de sorpresos, els altres mostren la seva baixesa moral tot aprofitant la crisi per a convertir els més febles i desemparats en l'injust objecte de les seves ires. Amb una demagògia tan ignominiosa com perillosa, asseguren que la culpa de tot la tenen els immigrants, que han de marxar perquè “a casa nostra no hi cabem tots”.
Abans que no sigui massa tard, i que prenguem mal, fóra bo que llegíssim i tinguéssim tothora ben presents llibres tan assenyats i escaients com Xenofòbia a Catalunya, de Xavier Rius Sant. Una obra necessària –tot i que, en els capítols inicials sobretot, un xic massa prolix per als lectors i lectores generalistes– per a obrir els ulls a aquells que s'entesten a mantenir-los closos o mirar cap a una altra banda mentre el cultiu de l'odi i la intolerància produeixen tants estralls.
Un crit d'alerta que tots plegats –tant els més conscienciats com els que ho estan menys (aquells que creuen, ingènuament, que la qüestió no els afecta pas)– faríem bé de no desoir. No fos cas que es repeteixi una realitat tan abjecta com la que produí el racisme del nacionalsocialisme, tan encertadament descrita pel famós poema del religiós luterà Martin Niemöller Quan els nazis van venir pels comunistes que comença amb aquests versos: “Quan els nazis van venir a cercar els comunistes, / vaig guardar silenci; / jo no era comunista.” Per a concloure: “Quan van venir a cercar-me, / no restava ningú que pogués protestar.”
A banda d'una benvinguda a l'apologia de la integració i dels beneficis de la interculturalitat –i no de la multiculturalitat– ben entesa, aquesta obra ofereix un exhaustiu resum de la història de la immigració dels darrers anys, que permet comprendre no només quin és l'estat de la qüestió, sinó, sobretot, quins han estat els errors i les falses dreceres